CAROLINA (San Luis)
En este pueblo de La Carolina distante 150 km de V.Mercedes encontramos a la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, una imagen muy hermosa y de especiales caracteristicas, ademas el templo contruido totalmente de piedra. Todos los cuarto domingos de mes a las 17:00 hs se celebra la Santa Misa. Ademas dicha localidad esta emplazada en el Valle de Pancanta y a los pies del Cerro Tomolasta. Un lugar realmente especial y para conocer...
Iglesia Ntra. Sra. del Carmen de La Carolina (San Luis)
Imagen de la Virgen que se venera en su interior.
El Valle de Pancanta y el Cerro Tomolasta (2.020 m.)
unos de los atractivos del lugar
SAN JOSÉ DEL MORRO (SAN LUIS)
SAN JOSÉ DEL MORRO (SAN LUIS)
San José del Morro es un pequeño pueblo histórico, ubicado al pie de la serranía del Morro, distante 50 km al norte de V. Mercedes por Ruta Provincial Nº 55.
Fue posta y fortín en el camino de Buenos Aires a las provincias de Cuyo. El pueblo se construyó alrededor de la histórica Iglesia de San José del Morro, construida en la primera mitad del siglo XVIII. Su arquitectura es muy modesta, como todas las capillas de la zona: posee una torre campanario y una sola nave, también tiene un museo. A 4 km. de San José del Morro, se encuentra Los Nogales, propiedad donde nació Juan Esteban Pedernera, soldado de la independencia argentina, gobernador provincial, y vicepresidente de la Nación.
El templo de San José del Morro es considerado como el más antiguo de la Provincia de San Luis (Anterior a 1750) Fue escenario de grandes acontecimientos históricos. Aún se conservan los tirantes del techo unidos con tientos. Por su riqueza histórica fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1981.
Saliendo desde el Templo se encuentra una Gruta dedicada a la Virgen de Lourdes y un hermoso Vía Crucis en un recorrido de 2 km. se pueden contemplar las catorce estaciones del camino a la Cruz.
En el Museo se puede observar un importante material religioso como ornamentos antiguos, vestimenta litúrgica y libros de la Misa de principios del siglo pasado.
Mons. Juan Ferretti (Luego elegido Papa Pio IX) su paso y estadía en el Morro
Se encuentra documentación que atestigua que Mons. Juan Mastei Ferretti (Luego elegido Papa Pio IX) y Mons. Juan Muzzi estuvieron en la localidad de el Morro del Departamento Pedernera en la Provincia de San Luis, este pueblo en aquel entonces era paso habitual de carretas.
En el año 1824 ya existía una modesta Iglesia en San José del Morro y en este lugar oficiaron la Santa Misa y luego de cargar con bienes de consumo continuaron su viaje por la zona de cuyo para cruzar a Chile.
El jefe de posta era por entonces Don Ignacio Suarez en este lugar se alojaron Monseñor Muzi y P. Ferreti quienes fueron servidos a satisfacción, encontrado “pan y vino muy buenos”.
La llegada del Enviado Papal y comitiva quien por su alto rango eclesiástico podía brindar a los fieles el sacramento de la confirmación, causo un gran revuelo ya que cuando divisaron a los viajeros “se echaron las campanas al vuelo” y apenas llegados “se reunió todo el pueblo para pedir a monseñor la confirmación.
En la cálida noche del 27 de enero de 1824 fue conferido el sacramento de la confirmación a ochenta y cuatro personas” entre niños y adultos de ambos sexos”. (Jorge Sacchi)
La noticia de la milagrosa aparición cundió rápidamente afluyendo mucha gente para dar fe del prodigio. La imagen es llevada a una estancia cuya dueña le hace construir una capilla con un altar donde coloca la imagen y es venerada por largo tiempo.
Los jesuitas que habitaban también el valle, trasladan al Cristo del Espino o de Limache al pueblo de Renca, distante a unos pocos kilómetros de la capital de Chile, hasta que en 1729 un incendio destruye el lugar salvándose una parte del Cristo.
El pueblo chileno llora su desgracia y no se resigna a perderlo, por eso tallan nuevamente un crucifijo en el que incrustan el pecho carcomido del Cristo antiguo.
Los más piadosos resolvieron hacerlo conocer en Cuyo y en Córdoba, poniéndose en marcha a través de la cordillera con el Cristo cargado sobre una mansa mula.
En 1745, ocurre un hecho prodigioso al atravesar el Río Conlara camino a Córdoba, la mula que cargaba la sagrada imagen se echó, y de allí no hubo poder humano que la hiciera levantar. Entonces quedó allí la imagen que dio origen y nombre al pueblo que, para venerarlo, nació a su alrededor.[1]
En su honor, esta orden construye la capilla de Nuestro Señor de Renca, considerada una de las más antiguas de San Luis.
El SIAC visitó la localidad de Luyaba, Córdoba, ubicada en Ruta Provincial Nº 1 que une los pueblos de Villas de las Rosas (Córdoba) y Merlo (San Luis) a unos 25 km al norte de esta localidad puntana. En dicho pueblo cordobés nació un 19 de marzo de 1849 el venerable Fray José León Torres, fundador de Hermanas Terceras Mercedarias del Niño Jesús.
RENCA (San Luis)
Renca es una antigua población de San Luis, situada en el complejo montañoso del noreste de la provincia, en el departamento de Chacabuco, a orillas del poderoso río de su mismo nombre, que en otros sectores de su recorrido es conocido también como río Conlara o Santa Rosa, distante 130 km de v. Mercedes hacia el norte por Ruta provincial Nº 55.
Anualmente concentra la atención de los fieles de la región cuyana y aun de Chile, al celebrar el 3 de Mayo la fiesta que le ha dado un lugar prominente en el calendario folklórico nacional.
En dicho Santuario se oficia la Santa Misa todos los primeros domingos de cada mes a las 11:30 hs. a cargo del Pbro. Gabriel Poteto.
En dicho Santuario se oficia la Santa Misa todos los primeros domingos de cada mes a las 11:30 hs. a cargo del Pbro. Gabriel Poteto.
Breve reseña y recopilación histórica
Un día de 1636 un indio leñador avista un árbol en forma de cruz, en Limache Chile, con la difusa imagen del Cristo Doliente.
Por su parte, el padre jesuita Alonso de Ovalle relata hacia 1646 en su libro “Histórica relación del Reino de Chile”: «Este árbol forma una cruz perfecta y sobre ella se ve la imagen de un crucifijo del grueso y tamaño de un hombre perfecto, en el cual se observa clara y distintamente los brazos que aunque unidos con los de la cruz, resaltan sobre ellos, como si fueran hechos a media talla. El pecho y costado formado sobre el tronco, distinguiéndose las costillas y los huesos hasta la cintura. Para abajo sólo se observa envuelto el cuerpo en una sábana santa y no se distingue ni rostro, ni cabeza pero sí los dedos y las manos borroneados».
La del padre Ovalle sería la versión más cercana a la realidad, ya sea debido a la investidura de su recopilador o a que figura en el libro de su autoría publicado hace ya unos cuatrocientos años.
La noticia de la milagrosa aparición cundió rápidamente afluyendo mucha gente para dar fe del prodigio. La imagen es llevada a una estancia cuya dueña le hace construir una capilla con un altar donde coloca la imagen y es venerada por largo tiempo.
Los jesuitas que habitaban también el valle, trasladan al Cristo del Espino o de Limache al pueblo de Renca, distante a unos pocos kilómetros de la capital de Chile, hasta que en 1729 un incendio destruye el lugar salvándose una parte del Cristo.
El pueblo chileno llora su desgracia y no se resigna a perderlo, por eso tallan nuevamente un crucifijo en el que incrustan el pecho carcomido del Cristo antiguo.
Inicios de la Devoción en San Luis
Con la llegada de los jesuitas provenientes del Valle de Limache (Chile) a las tierras del Valle del Conlara, entre 1730 a 1732, surge entonces la tradición del "Señor del Espino", réplica de la antigua imagen que fuera descubierta accidentalmente en Chile por un aborigen en el tronco de un árbol (espino).
Los más piadosos resolvieron hacerlo conocer en Cuyo y en Córdoba, poniéndose en marcha a través de la cordillera con el Cristo cargado sobre una mansa mula.
En cada población donde llegaban, era colocado en la iglesia y motivaba grandes ceremonias religiosas, al final de las cuales un indio hacía una colecta de dinero para erigirle un santuario.
En 1745, ocurre un hecho prodigioso al atravesar el Río Conlara camino a Córdoba, la mula que cargaba la sagrada imagen se echó, y de allí no hubo poder humano que la hiciera levantar. Entonces quedó allí la imagen que dio origen y nombre al pueblo que, para venerarlo, nació a su alrededor.[1]
En su honor, esta orden construye la capilla de Nuestro Señor de Renca, considerada una de las más antiguas de San Luis.
Años más tarde, en 1753 se funda la Villa de Renca y toma su nombre en referencia al lugar de origen del santo (Paraje de Renca, Chile).
En 1764 es eleva a la categoría de parroquia designándose como primer Párroco Juan Francisco Regis Becerra quien estaría al frente de esta jurisdicción por 48 años.
En 1832 la localidad de Renca es azotada por los indios ranqueles. La imagen es trasladad a las Capillas del norte de la provincia para protegerla de la furia de los malones.
En 1857 el Padre Ángel Bolla hace tallar por el artesano Manuel Paz, el “Cristo del Espinillo”, que es el que actualmente se venera hasta nuestros días.
En 1874 se construye el Santuario de Renca donde conviven el antiguo crucifijo con el nuevo Cristo del Espinillo.
VILLA DE LA QUEBRADA (SAN LUIS)
A 120 kilómetros de la Ciudad de V. Mercedes ppr ruta provincial 146, emplazado en el centro de un agreste paisaje, entre las altas cumbres que desembocan en una gran quebrada, se encuentra Villa de la Quebrada, una localidad que custodia un lugar de peregrinación: el Santuario del Cristo de la Quebrada.
Junto a la capilla, frente a la plazoleta central, se inicia la subida a la Villa Vía o Calvario, que trepa la pendiente del pequeño cerro Tinaja, de 320 metros de altitud, que se ha convertido en un hermoso mirador.
El recorrido es de 1,400 metros . Es un Vía Crucis integrado por conjuntos escultóricos (casi de tamaño natural de las personas) que representan a las 14 estaciones, esculpidos en mármol de carrara por el artista italiano Nicolás Arrighini, e inaugurado el 3 de mayo del año 1951.
Este paseo convierte al Santuario del Cristo de la Quebrada en una obra arquitectónica única en su género en Latinoamérica, y se ha constituido en una de las mayores atracciones religiosas populares de la Argentina.
En el templo, de una sola nave, reposa una imagen de Jesús Crucificado, el Cristo de la Quebrada, una reliquia misionera cuya cruz de madera policromada que da nombre al pueblo y es objeto culto y peregrinación. La fiesta del Santo Cristo se celebra los tres primeros días de mayo. Cada año, se congregan en esas fechas un promedio de 150,000 fieles provenientes de todo el país argentino y de otras nacionalidades.
Breve Reseña.
El Señor de la Quebrada es una imagen muy pequeña, tal vez una de las más pequeñas de las muy veneradas en nuestra Patria.
La historia del descubrimiento del Cristo no es totalmente clara, faltan datos anque algunos son seguros. Muchos hablan de un hachero ciego que la descubrió en el corazón de un algarrobo, escondido allí tal vez para salvarlo de los indios; otros dicen que no era ciego, ni era hachero, pero que sí lo encontró milagrosamente.
El presunto hachero, que se llamaba Juan Tomás Alcaráz, la encontró en la primera mitad del siglo pasado. Pero lo más importante no es la historia, aunque sea hermosa, sino el mismo Cristo.
Es un Cristo en Cruz, no agonizante sino muerto. Está clavado en una cruz de madera cuyo stipes (madero vertical) mide unos 27 cm .; mientras que el patibulum (madero horizontal) mide menos de 20 cm . La cruz es de color verdoso y las tres puntas superiores terminan en forma redondeada y pintados de dorado. Es también de madera su base irregular y la leyenda con el INRI (enorme para la cruz, puesto que mide casi 8 cm .). Tiene también 3 aspas doradas que salen de los ángulos de la cruz; la cuarta se debe haber perdido. Estas simbolizan el resplandor de la cruz.( Autor: P . Miguel Angel Fuentes).
Mas información: (02652) 499902 y www.cristodelaquebrada.com.ar.+
LUYABA: UN PUEBLO DONDE NACIO UN FUTURO BEATO.
El SIAC visitó la localidad de Luyaba, Córdoba, ubicada en Ruta Provincial Nº 1 que une los pueblos de Villas de las Rosas (Córdoba) y Merlo (San Luis) a unos 25 km al norte de esta localidad puntana. En dicho pueblo cordobés nació un 19 de marzo de 1849 el venerable Fray José León Torres, fundador de Hermanas Terceras Mercedarias del Niño Jesús.
Busto del Venerable Fray Jose L. Torres en la plaza del pueblo
Es
un pueblo de pocos habitantes donde se venera una hermosa Imagen de las
Virgen de las Mercedes se puede observar además una gigantografia del
sacerdote mercedario. Seguramente impulsado por la devoción a la Virgen
decide luego formar parte de la Congregación Mercedaria. En este pueblo
donde en la plaza principal se encuentra un busto en homenaje a Fray
Torres y en donde a través de distintas placas recordatorias se
recuerda el nacimiento y la tarea pastoral de este destacado prelado de
la Orden de la Merced.
Imagen de laVirgen que se venera en el interior del Templo
Según
describe la agencia AICA el pasado domingo 15 de mayo se realizó una
manifestación de fe con la presencia del obispo de Cruz del Eje,
monseñor Santiago Olivera, quien presidio la misa en la iglesia Nuestra
Señora de la Merced, de Luyaba.
Gigantografia que se venera en el interior del Templo
“Fue
ésta una grata oportunidad para compartir y orar por la pronta
glorificación del Venerable Fray José León Torres, cordobés nacido en
Luyaba quién entregó su vida a la pastoral urbana en la misión de
educar en y para la libertad”, se expreso en la convocatoria.
(Redaccion y fotografias Jorge Sacchi-SIAC)
El Venerable fray José León Torres
El
Venerable Padre Fray José León Torres nació en Luyaba, provincia de
Córdoba, el 19 de marzo de 1849. A los 11 años entró a la Orden de la
Merced en el Convento Máximo de “San Lorenzo Mártir”, de Córdoba y el
30 de octubre de 1867 recibió el hábito mercedario, comenzando
canónicamente su año de noviciado. Hizo su primera profesión en 1868,
la profesión solemne en 1872 y se ordenó sacerdote el 27 de abril de
1873.
Al
año siguiente fue designado Maestro de Novicios y tres años después,
vicario de la Provincia Mercedaria Argentina. El 1 de octubre de 1887
fundó el Instituto de Religiosas Mercedarias del Niño Jesús. Fue
elegido Superior Provincial en seis períodos y nombrado Vicario General
de la Orden.
Murió
el 15 de diciembre de 1930, a la edad de 81 años, y fue sepultado en la
iglesia de las Hermanas Mercedarias del Niño Jesús, en el barrio de
Alta Córdoba, de la Ciudad de Córdoba.
En
1957 se inició la causa de beatificación que tras cumplimentar
diferentes pasos y requisitos culminó el 26 de marzo de 1994 en que fue
declarado Venerable por el reconocimiento de la heroicidad de sus
virtudes.(AICA)
Estudian un presunto milagro del Venerable José León Torres.
Según
información dada a conocer por el padre Fray Pablo B. Ordóñe,
provincial de la Orden de la Merced en la Argentina , un perito
cualificado se encuentra en estos días trabajando en la preparación de
un dictamen sobre la documentación relativa a un presunto milagro
atribuido a la intercesión del Venerable Padre José León Torres,
presentado en la Congregación vaticana para las Causas de los Santos el
13 de junio de 2007.
El
padre Ordóñe, que es además vicepostulador de la Causa de beatificación
del Padre Torres, precisó que la doctora Silvia Correale, miembro del
Equipo de Postulación que trabaja en Roma, le informó que el mencionado
informe será presentado al Dicasterio el próximo viernes 15 de julio,
fecha que coindice con el día en que los mercedarios suelen recordar al
venerable fraile fundador, en Córdoba, de las Hermanas Mercedarias del
Niño Jesús.
El
paso siguiente consistirá en la realización de un examen minucioso por
parte de un equipo de peritos propuesto por la Congregación para las
Causas de los Santos.
“Anhelamos
que los puntos inexplicables que parecen despuntar en las actas de un
único proceso presentado -señaló el padre Ordóñe-, puedan expresar de
manera contundente la bondad de Dios, que en uno de sus fervientes
amigos, el Padre Torres, quiere animarnos en los tiempos difíciles de
nuestra patria y nuestro continente”.
El
provincial mercedario hizo, además, una convocatoria a los fieles para
elevar oraciones “personal y comunitariamente pidiendo que el Señor nos
muestre su amor en la glorificación del Padre Torres, sacerdote
mercedario íntegro al servicio de la evangelización urbana en Córdoba”,
e invitó a ofrecer misas los días 15 de cada mes pidiendo por su pronta
beatificación. (3 Jul. 09 AICA)